Bomberos de Tenerife del parque de San Miguel y del parque de voluntarios de Adeje actuaron la mañana de hoy en un servicio para contener el derrame de un líquido corrosivo (ácido nítrico) en una huerta de Armeñime (Adeje).
A las 10.01 horas el técnico de coordinación de Bomberos de Tenerife recibió la llamada de la propietaria de la finca, quien detalló que había sido avisada del suceso por el medianero de la huerta. Una vez en el lugar de los hechos, con una bomba urbana pesada (BUP) por parte de los profesionales y un vehículo equipado con material para riesgo químico por parte de los voluntarios, observaron una “nube de color amarillo alrededor de la estructura, un cuarto de aperos de unos 50 metros cuadrados”, según relató el jefe de guardia.
El operativo comprobó que se habían derramado unos 800 litros de ácido nítrico al 60 % (tal y como certificó posteriormente la empresa suministradora) del bidón, que contenía 1.000 litros del citado líquido corrosivo. El ácido se había derramado por la azotea del recinto.
Valorada la situación, procedieron a localizar la pérdida con la protección adecuada. Accedieron al derrame a través de una escalera. Una vez en este punto, comprobaron que el vertido había afectado al techo de la estructura base y se dirigía por una canalización calle abajo en dirección a una vivienda cercana. Para evitar mayores daños, “se creó un dique que detuvo el derrame”, concretó el jefe de parque, que acudió también al suceso.
Tras esta operación, se absorbió el resto del ácido con arena de sepiolita. Así, se pudo evitar que el ácido llegara hasta otros bidones de pesticida situados debajo del material afectado.
Al término del servicio, llegó la empresa suministradora, quien se hizo cargo de retirar el bidón dañado.
A las 10.01 horas el técnico de coordinación de Bomberos de Tenerife recibió la llamada de la propietaria de la finca, quien detalló que había sido avisada del suceso por el medianero de la huerta. Una vez en el lugar de los hechos, con una bomba urbana pesada (BUP) por parte de los profesionales y un vehículo equipado con material para riesgo químico por parte de los voluntarios, observaron una “nube de color amarillo alrededor de la estructura, un cuarto de aperos de unos 50 metros cuadrados”, según relató el jefe de guardia.
El operativo comprobó que se habían derramado unos 800 litros de ácido nítrico al 60 % (tal y como certificó posteriormente la empresa suministradora) del bidón, que contenía 1.000 litros del citado líquido corrosivo. El ácido se había derramado por la azotea del recinto.
Valorada la situación, procedieron a localizar la pérdida con la protección adecuada. Accedieron al derrame a través de una escalera. Una vez en este punto, comprobaron que el vertido había afectado al techo de la estructura base y se dirigía por una canalización calle abajo en dirección a una vivienda cercana. Para evitar mayores daños, “se creó un dique que detuvo el derrame”, concretó el jefe de parque, que acudió también al suceso.
Tras esta operación, se absorbió el resto del ácido con arena de sepiolita. Así, se pudo evitar que el ácido llegara hasta otros bidones de pesticida situados debajo del material afectado.
Al término del servicio, llegó la empresa suministradora, quien se hizo cargo de retirar el bidón dañado.